Hoy vengo a hablar de la historia de yo mismo, basada en esa historia que cada uno escribimos cuando comienzas a vivir presente y decides contarla viviendo el momento. Tratándote con amor, amor hacia ti mismo en una forma desinteresada, alejada del pensamiento, desde esa forma que enriquece tu alma y tu ser sin limites, desde un punto limpio de tu esencia con amor incondicional y en aceptación de un todo universal donde todo es perfecto y tu acoplado a ese instante perfecto. Creando felicidad en tu ser, conectado con tu cuerpo, escuchándolo con el foco alejado de la mente, de lo racional, en la emoción.
En el arte de no hacer nada y sin embargo estás haciendo. Contigo como tu propio laboratorio, estás estudiando y aprendiendo sobre ti, un espacio donde experimentas y verificas que es lo que mejor funciona en lo real que eres. Experimentas a conocer a ese enorme desconocido que es tu tiempo, ese que nunca es el mismo y que nunca se repite, implacable . Mientras en este curioso laboratorio continuas averiguando como llegar al ahora, sintiendo cosas, por debajo de las palabras en tu más puro estado de realidad, en un estado de consciencia, sitio donde estás, donde has trascendido del hacer para pasar al estar.
Un estado de consciencia desconectado del pensamiento. Estás en el ahora, libre de juicio. Sentirte que no estás atrapado por nada, descansas en un estado de consciencia donde consigues que nada te persiga.
Descansas en la experiencia de la respiración y en ese estado es donde comienza tu andadura por la atención plena o mindfulness.
No hay nada que hacer, ningún sitio al que ir… Estás en la fantástica experiencia especial que es la vida, expresándome a mi mismo en este momento único que tenemos.
Cuando te dispersas, simplemente obsérvalo y vuelve con amor sin juicio entendiendo que son elementos de tu mente, poco a poco vuelve a tu consciencia.
Creas una relación íntima entre tu YO y el silencio y la quietud, con la atención en el ahora como lo encuentras sin pensar, desde la sensaciones que tu cuerpo te trasmite.
Porque hablar de mindfulness es hablar del silencio, del hacer nada, haciéndolo todo.
Otra forma de vivir.
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